Ficha
histórico-geográfica del Estado Sucre orígenes
1568:
Creación de la Provincia de la Nueva Andalucía,
dependiente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Comprendía las provincias de: Paria,Cumanagoto,
Chacopata, Caura y Guayana.
1739:
La Nueva Andalucía pasa a depender del Virreinato de
Nueva Granada.
1777:
Creación de la Capitanía General de Venezuela,
integrada por las provincias de: Caracas, Maracaibo,
Guayana y Cumaná (que incluía las islas de
Margarita y Trinidad; esta última tomada por los
ingleses en 1797).
1810:
La Provincia de Cumaná se adhiere al movimiento patriótico
como 'provincia confederada*, con jurisdicción sobre su
territorio. Las otras provincias confederadas eran las
de: Caracas o Venezuela, Coro, Maracaibo, Barinas,
Barcelona y Guayana.
1811:
La Constitución le da forma jurídica a la situación
"federalista" de hecho. 1819: El Congreso de
Angostura declara a Venezuela "unae indivisible* y
deroga la constitución de 1811. La Provincia de Cumaná
comprende en su territorio también el de Maturto (el
actual Estado Monagas).
1821:
Constitución de Cúcuta. La Provincia de Cumaná, junto
con las de Margarita, Barcelona y Guayana, forma parte
del Departamento de Oriente.
1824:
Cumaná, capital del Departamento Orinoco, integrado por
las provincias de: Cumaná, capital Cumaná; Guayana,
capital Angostura; Barcelona, capital Barcelona;
Margarita, capital La Asunción. 1830: La Provincia de
Cumaná, integrada por los actuales Edos. Sucre y
Monagas, es una de las 11 provincias de Venezuela. 1856:
Venezuela se divide en 21 provincias. De ellas, una es
la de Cumaná, y otra la de Maturín.
1863:
El General federalista José Eusebio Acosta toma Cumaná
y Carúpano, y crea el Estado Cumaná, uno de los que
constituirían la Federación de Venezuela.
1864:
La Constitución de ese ano crea los Estados Unidos de
Venezuela. Uno de ellos es el de Cumaná.
1864:
Los Estados Cumaná y Maturín se reúnen para
constituir el Estado Nueva Andalucía. Cumaná, sede del
gobierno; Maturín, sede de los tribunales.
1874:
Cumaná, uno de los 20 Estados nacionales.
1879:
El país se divide eh siete grandes secciones. El Estado
de Oriente, capital Úrica, incluía los Estados: Cumaná,
Maturín y Barcelona.
1891:
El Estado de Oriente se llamo Estado Bermúdez. 1898: Se
disuelve el Estado Bermúdez. Cumaná y Maturín
constituyen el Estado Sucre, capital San Antonio de
Maturín.
1901:
El Estado Sucre se separa del Estado Maturín (Monagas).
1904: Se reconstituye el Estado Bermúdez, capital Cumaná.
1909:
La República se divide en 20 Estados, y vuelve a
surgir, ya definitivamente,
el Estado Sucre, capital Cumaná.
ubicación
GEOGRÁFICA;
El Estado Sucre se encuentra en la región Ñor-Oriental,
entre los 10° 04' y 10° 45' de latitud norte, y los 61°
45' y 64° 36' de longitud oeste. Limita: al norte con
el Edo. Nueva Esparta y el Mar Caribe; al sur con los
Edos. Monagas y Anzoátegui; al este con Trinidad y el
Océano Atlántico; al oeste, con el Mar Caribe.
superficie:
11.800
km2.
población:
679.595
habitantes, es decir, 3,7 % del total de 18.105.265
habitantes de Venezuela (OCEI, 1990).
clima:
De
tropical cálido a templado, ocgún el relieve, e
influenciado todo por los viento» aluio» del Nore«te;
en lu tierral contigua* al Golfo de Paria, también
influenciado por lo» viento» del Este y del Surerte.
Generalidades: Geografía e historia geológica
Lo que actualmente constituye el Edo. Sucre perteneció,
durante la Colonia, a la Provincia de la Nueva Andalucía, cuya capital era
Cumaná.
En sus orígenes geológicos fue parte de una gran isla
rectangular, que se prolongaba en sentido este-oeste desde la
actual isla de Trinidad hasta el Estado Lara. Esa tierra afloró del
océano a fines del Cretáceo hace 65 millones de años y medía
unos 1.000 km de largo por 100 km de ancho. Estaba surcada, en
sentido longitudinal, por dos o tres líneas de fallas, demarcadas
al presente por la cubeta del lago de Valencia y el curso del río
Tuy, y al norte por el valle del Guaire, que corresponde, en
línea recta, con la ensenada del golfo de Barcelona, la fosa y el golfo de Cariaco y la
falla de El Pilar.
Esa larga tierra primigenia
había emergido del mar de Tetis por la presión y fusión de dos
placas continentales contiguas, como son la placa del Caribe y
Norteamérica, que se desplazaba en sentido suroeste-noreste, y los
sedimentos acumulados al norte del Escudo Guáyanos.Con el paso de los milenios y
los millones de milenios, lo que antes era una larga isla plana y cenagosa se fue elevando hasta
volverse una serie de altiplanos escalonados, de los cuales el norteño alcanzó las mayores alturas, que eran más pronunciadas hacia la parte central. Los ríos que la surcaban fueron excavando valles cada vez más profundos; hacia ellos se despeñaban numerosas cataratas, y en su fondo el agua formaba varios lagos. Al mismo tiempo que las tierras se elevaban, aumentaba el proceso de erosión, que fue acumulando una gran cantidad de detritos hacia el sur y contribuyó así a la formación de los Llanos.
Sucedió luego un espantoso cataclismo, con su foco en lo que es hoy la fosa de Cariaco, en el golfo de Barcelona, debido tal vez a la
filtración masiva de las aguas superficiales o de un yacimiento petrolífero a través de alguna línea de fallas, hasta alcanzar el magma incandescente, lo cual habría provocado una explosión apocalíptica, que originó el golfo de Barcelona, produjo muchos derrumbes y hundimientos y con sus ondas sísmicas agrietó la gran isla original con una serie de fallas transversales, que fueron abriendo brechas entre las tres estructuras primitivas. Entonces se separó en el oeste, a través de la falla de Las Trincheras, lo que hoy se designa como Macizo de Nirgua.
Se hundió en el océano todo el tramo entre Cabo Codera y la península
de Araya, y los ríos Uñare y Ne-verí, que antes fluían hacia el Orinoco, torcieron sus cauces hacia el norte. En otras partes, las cumbres de las tierras sumergidas afloraron en forma de islas e islotes; entre estas, todo el macizo oriental, entre Araya y Paria y, al sur, las montañas de Bergantín, Turimiquire y Cocollar. Se formó, igualmente, la isla de Trinidad, que entonces se separó del continente para siempre. De su antigua pertenencia a Tierra Firme dan fe, además de la análoga orografía y la flora común, también el hallazgo en Trinidad de enormes herbívoros fósiles, típicamente continentales, como, por ejemplo, el Cuvieronius hyodon y el Megatherium americanum (Ochsenius, 1980).
No fue esa la única catástrofe responsable de la actual configuración de las tierras orientales. Al contrario, es una opinión generalizada en las costas de Cumaná y Margarita, que el cataclismo que produjo el golfo de Cariaco tuvo lugar en tiempos bastante recientes. Los indígenas conservaron su recuerdo hasta fines del s.XV, y se refiere que en la época del tercer viaje de Colón, los Guaiqueríes
le hablaron al almirante de ese terrible desgarramiento de las tierras, con irrupción del océano, como de un acontecimiento no tan lejano en el tiempo. Esa invasión de las aguas en el pasado, tuvo que ser mayor que en la actualidad, cuando parece prevalecer la formación de tierras nuevas. En efecto, el cerro donde se encuentra el castillo de S. Antonio, a cuyos pies se agrupa la ciudad de Cumaná, fue antes un islote, que se conectó a tierra firme por los aluviones del Manzanares, al sur, y la resaca del mar al norte y al este. La misma Batería de la Boca, que en 1791 había sido emplazada a orillas del mar en lo que fuera la fortaleza de San Carlos, en 1800 ya se hallaba muy tierra adentro.
El Edo. Sucre en general, desde el punto de vista geográfico, consta de tres porciones netamente diferenciadas, como son: la larga y angosta parte montañosa norteña, constituida por las penínsulas de Paria y Araya, que corre en sentido este-oeste por unos 265 km de largo y 8-12 km de ancho y cae abruptamente al mar casi sin formar playas; la parte montañosa del sur, nucleada por las vertientes
septentrionales de las montañas de Bergantín, Turimiquire y Coco-llar; y por último, las extensas llanuras formadas por los aluviones de caudalosos ríos orientales y los caños del Orinoco.
Alejandro deHumboldt, quien realizó el primer .estudio de la geología de la región a fines de 1799, dice que la península de Araya (junto con la isla de Margarita) son las cordilleras primitivas, mientras las alturas de Bergantín y Cocollar solo muestran rocas calizas, de formación secundaria. En la primera cordillera, añade, aparecen esquistos micáceos hasta más o menos el meridiano de Carúpano, y a partir de allí, hacia el este, existe yeso laminar, caliza compacta y otras rocas de formación secundaria, que son características del eslabón meridional.1
Además de ser diferentes geológicamente, estos dos sistemas montañosos difieren en superficie y en altura. En efecto, mientras la cadena de Araya-Paria ocupa un área de 4.000 km2, la de Bergantín-Cocollar se extiende sobre unos 10.000 km2. En cuanto a las alturas, en la porción norte se alcanzan los 1.371 m en el Cerro de Humo, al noreste de Irapa, mientras en el sector sur casi se duplica
El gran científico anadia que esa serranía primitiva de Araya, en tiempos pasados, tuvo que constituir una unidad con el ramal norte de la Cordillera de la Costa -lo que él llama "montañas de la Silla de Caracas"-, y con las montañas que, más allá de la Boca de Dragos, se elevan en el norte de la isla de Trinidad. Notó también que, mientras el ramal norte de la Cordillera de la Costa era más alto que el ramal sur -cadena del Interior-, en cambio en Araya la cadena de montañas primitivas era más baja que las montañas de Bergantín, Turimiquire y Cocollar, que son la prolongación natural del ramal sur -del Interior- de la Cordillera de la Costa.
Varias cumbres pasan de 2.000 m, y se llega a los 2.596 m en el cerro Turimiquire (el
Cucurucho).
Entre las dos porciones montañosas de Araya y Bergantín pasa, en sentido este-oeste, la falla geológica de El Pilar. Está marcada por las grandes lagunas de Cam-poma y de Putucual o Buena Vista3 y una línea de manantiales de aguas sulfurosas y termales, que brotan en diferentes puntos de unterreno agrietado por los terremotos, y en
particular la Tierra Hueca, entre Cariaco y Casanay.Sin embargo, es particularmente notable un ramal de unos 300-400 m de alto que desde las montañas del sur se dirige en ángulo recto hacia la serranía de Araya al este de Cariaco y a caballo de la falla de El Pilar. Lleva el nombre de Sierra de Meapire, o Cerro Grande de
Cariaco
A Humboldt le llamó la atención la circunstancia de que en el golfo de Cariaco, a unos 30 pasos de la costa norte, brotara un manantial de petróleo, circunstancia de lo más extraordinaria, si se piensa que sale de la roca primitiva misma, que es la que encierra el fuego subterráneo. En cambio, encontró perfectamente normal que en el valle de Cumanacoa, antiguo fondo de un lago que desaguó hacia el noroeste a través del Manzanares, se hallaran "fémures gigantescos pertenecientes a elefantes de una especie extinguida." Estos paquidermos fósiles, por cierto, serian llamados, en su honor, Mástodon humboldtii, y se hallaron también en la isla de Cuba.
Refiere Humboldt que en su tiempo eran todavía frecuentes, en la montaña virgen que rodeaba la laguna de Putucual, las grandes boas que los indios chaimas llamaban guaimas, a las cuales atribuían fabulosamente un aguijón bajo la cola.
bates sísmicos catastróficos, ha impedido que las aguas del golfo de Paria se unieran a las del golfo de Cariaco. Sin la existencia de ese dique rocoso, muy probablemente la península de Paria-Araya sería en la actualidad una isla más en el mar de las Antillas, y hubiera corrido la misma suerte de la actual isla de Margarita, que en el lejano pasado estaba unida a Tierra Firme a través de la península de Chacopata y de una lengua de tierra, cuyas alturas máximas estaban constituidas por lo que hoy son las islas de: Caribes, Lobos y Coche. Esta posibilidad es tanto más real, en cuanto que la península de Paria es un reborde montañoso de la placa continental del Caribe, y por lo tanto geológicamente diferente de las tierras más al sur.
No dejará de ser interesante,al respecto, recordar que cuando Cristóbal Colón en 1498, en su tercer viaje, tocó tierra en Macuro y luego corrió la costa hasta la punta de Araya, no sabía si estaba bordeando la Tierra Firme o una más de las islas Antillas, como lo eran Cubagua, Coche y la Margarita, descubiertas en el mismo viaje. Solo dos años más tarde, cuando Pedro Alonso Niño y sus hombres vieron venados en Curiana, o Coro, se dieron cuenta de que estaban en Tierra Firme, pues venados no se habían hallado en ninguna de las Antillas hasta entonces
descubiertas.
Por otra parte, aunque los indígenas americanos nunca antes habían visto por sus tierras esos extraños "venados" relinchadores que montaban los europeos, investigaciones geológicas más recientes demostraron que, durante la era terciaria, los antepasados fósiles de los caballos modernos pacían en las sabanas y terrenos anegadizos de la Venezuela primordial. En la actualidad, en cambio, una porción de esos "inútiles" terrenos pantanosos que se extienden al sur de la península de Paria, sustentan saludables rebaños de búfalos.
A pesar de la afirmación anterior, llama la tención el nombre de la isla de Coche, voz cumanagota que significa "venado". La razón de ese nombre, sin embargo, puede deberse no tanto a la circunstancia de que en ella hubiese venados -que no los había- sino a las dos puntas occidentales, que a los navegantes indígenas les recordarían los cuernos de un venado matacán.
El Almirante del Mar Océano, Cristobal Colon, en 1498, llamó "Tierra de Gracia" la porción del territorio patrio (fue los Gaübis del Guarapiche conocían corno Barohui Enetale, o "Nariz de la Gran Tierra". Patria de pescadores, de artesanos y de laboriosos hombres de campo, la Península de Paria, durante mucho tiempo, a causa de las precarias y escasas vías de comunicación, estuvo más en contacto con las AntiSas y con Europa que con el resto de Venezuela.
Tierra muy castigada por los terremotos, que en ocasiones amenazaroncon volverla una isla, Paria conoció horas de bonanza y de aliento cultural en el pasado siglo; pero las convulsiones políticas, la recesión económica y el abandono de los gobiernos fueron sembrando en su gente un hondo sentimiento de frustración, que hizo emigrar hacia el centro del País a muchos de sus hijos.
Los recientes proyectos de desarrollo sustentable de Paria están llamando otra vez la atención hacia este jirón de tierra oriental y su gran potencial económico y turístico. Dentro de ese contexto, la presente publicación pretende divulgar algunas de sus beSezas naturales y escénicas, las cuales, juntamente cania cordialidad y la sencillez de su gente, motivaron al asombrado Cristóbal Colón a llamarla
"Tierra de Gracia"
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